La
Celestina, obra medieval por
excelencia con la que se inicia la modernidad
literaria en España y que sería
la obra cumbre de las letras españolas
de no ser por la existencia del Quijote.
La
Celestina De no haber sido por la existencia
de Don Quijote de la Mancha de Miguel de Cervantes,
La Celestina o Tragicomedia de Calisto y Melibea
del bachiller Fernando de Rojas sería
la mejor obra de la literatura española.
Se trata de una comedia humanista en la que
se funde lo erudito y lo popular, con intenciones
didácticas. Este fragmento corresponde
a unas recomendaciones que Celestina da al criado
de Calisto y en él se aprecia el sentido
práctico y la avaricia de la alcahueta,
así como su lenguaje popular teñido
de refranes.
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EL AUTOR
"El
bachiller Fernando de Rojas acabó la
Comedia de Calisto y Melibea y fue nascido en
la Puebla de Montalban" dicen los versos
acrósticos que sirven de presentación
a la obra. Durante mucho tiempo se ha especulado
sobre la veracidad de la afirmación y
la identidad real del autor, pero, aunque no
se tenga una gran información sobre Rojas,
a la crítica actual le parece incuestionable
que el bachiller nació en la Puebla de
Montalbán (Toledo) hacia el 1470 en el
seno de una familia acomodada de judíos
conversos. Puede que no alcanzara el título
de bachiller pero sí estudió leyes
en la Universidad de Salamanca. También
está documentado que fue alcalde, en
varias ocasiones, de Talavera de la Reina, y
que allí se casó y vivió.
Por el inventario de sus bienes se sabe que
contaba con una abundante biblioteca de libros
jurídicos y profanos, entre ellos, muchos
históricos, enciclopédicos e incluso
la obra latina del poeta italiano Petrarca;
de estas lecturas proceden las abundantes referencias
a libros clásicos que, a partir del acto
segundo de La Celestina, aparecen en la obra.
Murió en 1541 en Talavera de la Reina.
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PRIMERAS EDICIONES Y FIJACIÓN DEL TEXTO
Portada
de La Celestina Esta portada de una de las ediciones
de La Celestina de 1502 y que se conserva en
la Biblioteca Nacional de Madrid recoge el momento
crucial de la obra, el encuentro amoroso entre
Calisto y Melibea en el jardín de su
casa. La ilustración parece un boceto
para la representación, incluso figuran
las iniciales de los nombres de los personajes.
Tras Melibea se encuentra su criada Lucrecia
y detrás de Calisto está Pármeno,
cuidando su caballo. Celestina aparece fuera
de escena llamando con la aldaba en casa de
Melibea.
La Celestina tuvo un éxito de publico
extraordinario desde su primera aparición
por eso se conservan bastantes ejemplares que
proceden de primeras ediciones antiguas e incluso
tempranas traducciones. El texto de estas ediciones
no es el mismo ya que el autor fue modificando
la obra. La primera edición y más
antigua de las conservadas se imprimió
en Burgos, por Fadrique de Basilea en 1499,
y consta de dieciséis actos con el título
de Comedia de Calisto y Melibea. Hubo después
varias segundas ediciones de Toledo, Valencia
y Salamanca (1500), de las que se conserva la
de Toledo, impresa por Pedro Hagenbachc, que
añade los versos acrósticos. Estos
libros tienen en común el título,
que constan de dieciséis actos, que incluye
una carta del autor a un amigo en el que le
dice que se ha encontrado un texto anónimo
y que como le ha gustado mucho ha decidido reunirlo
todo en un acto —el primero— y concluir
la obra. Después siguen los versos acrósticos
sobre la intención de la obra en los
que figura su nombre, aunque ningún ejemplar
está firmado. Entre 1502 y 1507 aparecieron
muchas ediciones ampliadas y con el título
de Tragicomedia de Calisto y Melibea, y también
El libro de Calisto y Melibea y de la puta vieja
Celestina, en Sevilla, Toledo, Salamanca y Zaragoza;
ésta, de 1507, es la más antigua
que se conserva de la Tragicomedia, que inserta
cinco actos nuevos entre el XIV y el XV de la
Comedia, fijándose el texto en veintiún
actos definitivamente. Dado el enorme éxito
de la obra y la garra del personaje de la alcahueta
empezó a llamársela La Celestina,
título que ha triunfado, y además
el nombre del personaje ha pasado a designar
en el léxico español a aquellas
mujeres que median en amores bien por interés
o gusto.
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ARGUMENTO
La
acción de La Celestina se construye sobre
los amores de Calisto y Melibea, en torno a
los cuales se incorporan otros episodios que
a su vez son causa y consecuencia del argumento
principal. Calisto, de noble linaje y claro
ingenio, persiguiendo un halcón entra
en la huerta de casa de Melibea, joven, rica
y de serenísima sangre; queda prendado
de ella; intenta hablarle pero ésta le
despide con gesto airado. Marcha a su casa compungido
y su criado Sempronio le convence para que use
los servicios de una vieja alcahueta llamada
Celestina. Los criados se ponen de acuerdo con
ella en repartir el dinero que consiga sacarle
a Calisto. Celestina cumple su misión
y Melibea se entrega a Calisto. Los criados
van a casa de Celestina a reclamar su parte,
mas cuando ésta se niega a darles nada,
ellos la matan, y ante los gritos de las pupilas
de Celestina, Elicia y Areúsa, acude
la justicia, los prende y ejecuta públicamente.
Elicia y Areúsa deciden vengar las muertes
y, sabiendo que esa noche los amantes se verán
en la torre de casa de Melibea, envían
a un brabucón contra Calisto, el cual
al oír ruidos intenta acudir en ayuda
de su criado, se cae de la escala y muere. Melibea
se desespera y ante la presencia de su padre
se tira de la torre.
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SU GÉNERO LITERARIO
En
la obra todo es diálogo; los personajes
se van definiendo por lo que dicen y hacen,
sin necesidad de anotaciones de un autor externo,
por eso se ha valorado la teatralidad de La
Celestina. Pero como consta de veintiún
actos, con cambios de escenarios constantes
y variados —el huerto, la casa de Calisto,
la casa de Melibea, la casa de Celestina, la
torre, varias calles—, hace muy difícil
su montaje escénico; por eso se ha dicho
que se trataba de una obra de teatro irrepresentable.
La crítica actual la clasifica como una
comedia humanista, que es un género creado
por Petrarca en Italia en el siglo XIV y que
alcanzó un gran desarrollo en el renacimiento
europeo. Se caracterizaba por un argumento sencillo
cargado de tensión dramática,
con mucho diálogo y con fines moralizantes
o educadores. Lo importante era el texto y la
enseñanza, lo de menos que fuese representable
o no, aunque siempre cabía la posibilidad
del escenario circular en una plaza que con
efectos lumínicos alumbrase el rincón
en el que tenía lugar la acción.
Quienes defienden La Celestina como obra educadora
no representable se apoyan en algunos párrafos
largos, de difícil dicción, en
sus muchas citas eruditas y en las resonancias
de los clásicos que se perderían
en una audición ligera. Lo cierto es
que Rojas utilizó el castellano y no
el latín propio de estas comedias, introdujo
un realismo fuera de lo común, además
de caracterizar, con gran profundidad psicológica
a todos sus personajes y que por lo tanto creó
una gran obra precursora de la modernidad.
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MEDIEVALISMO Y RENACENTISMO EN LA CELESTINA
El
argumento de La Celestina procede de una comedia
latina medieval Panphilus, que cuenta cómo
un caballero enamora a una dama gracias a los
ardides de una vieja, que a su vez está
tomada de las comedias de Plauto. La deuda al
Libro de Buen Amor del Arcipreste de Hita es
indudable. Calisto y Melibea son prototipos
del amor cortés y en la obra se tocan
los tres grandes temas medievales: el amor,
la fortuna y la muerte. Pero anuncia el renacimiento
porque ninguno de estos temas se trata de una
manera jerarquizada sino individualizada: cada
personaje es autónomo y se labra su propio
fin, con independencia de cuál sea su
cuna y rango social. Hay también una
sensualidad más exaltada que reprimida
y en ningún momento se plantea la posibilidad
de que los jóvenes enamorados tengan
intención de casarse como hubiese sido
el fin natural en el teatro coetáneo.
A Rojas le interesa retratar una sociedad desasosegada
y explorar el mundo de las pasiones humanas,
lo que le aleja de los ejemplos medievales de
premios y castigos transcendentes según
la vida llevada.
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LOS PERSONAJES
Celestina
se alza como el personaje central de la obra
por su inteligencia, habilidad, avaricia, falsedad
y malas artes. Es el lado oscuro medieval y
pecador, y a la vez quien va repartiendo sexualidad
y pasiones porque también las ha conocido.
Será su avaricia lo que la conduzca a
la muerte, no sus artes para despertar el deseo
en jóvenes que están deseando
caer en sus redes. Calisto y Melibea proceden
del amor cortés pero serán los
arquetipos físicos de la poesía
renacentista sentimental, aunque Rojas va más
allá y en su indagación humana
no duda en presentar a un joven indolente dispuesto
a gastar su fortuna por satisfacer su deseo
y en manifestarse ante su diosa Melibea como
un ser vulgar y grosero ante su apetito carnal.
Melibea es un personaje lleno de matices: es
la más espiritual de la obra, lo que
no significa que sea ingenua, es tentada y una
vez que su lujuria se ha despertado lucha por
no caer en el deshonor que presiente que se
le avecina, mas no puede resistirse. En definitiva
son personajes humanos y creíbles que
se van transformando conforme avanza la acción.
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LENGUAJE Y ESTILO