Historia
del reloj
Se
cree que los grandes relojes de pesas y ruedas
fueron inventados en Occidente por el monje
benedictino Gerberto (Papa, con el nombre de
Silvestre II, hacia finales del siglo X) aunque
ya con alguna anterioridad se conocían
en el Imperio bizantino.
Sin
embargo, no consta su aplicación a monumentos
públicos (salvo en el interior de los
monasterios) hasta los primeros años
del siglo XIV.
Partes
del reloj
El reloj suele contar con manecillas para la
hora, minutero (para los minutos) y segundero
(para los segundos). Además, puede contar
adicionalmente con despertador y fechador.
Clases
de relojes:
Se suelen distinguir por la manera en que calculan
el paso del tiempo:
Reloj
cucú
Reloj Foliot
relojes de sol
relojes de misa
relojes de arena
relojes de agua (Clepsidra)
relojes mecánicos
relojes de péndulo
relojes de mano o de pulsera
relojes de bolsillo
relojes de pared
despertadores
minuteros
cronómetros
Relojes electrónicos
Relojes de diapasón
relojes de cuarzo
relojes atómicos
relojes digitales
De cualquier tipo que sea, el reloj es símbolo
de la preocupación por el paso del tiempo
y un elogio de la curiosidad y la capacidad
intelectual humana. En términos estrictamente
filosóficos, la medida del tiempo es
tan breve o tan larga como se le conciba, por
ejemplo, para llegar a una cita el tiempo transcurre
muy rápido y para el que espera muy lento.
Relojes
de salón
Los relojes han figurado durante siglos como
piezas importantes en el amueblamiento de salones,
para lo cual se construían con diversas
formas decorativas. Prescindiendo del reloj
de arena, que viene usándose desde las
civilizaciones griega y romana para medir lapsos
cortos y prefijados, los relojes fueron usados
en cantidad muy pequeña hasta finales
del siglo XIII o mediados del siglo XIV, época
en la cual se inventó el motor de resorte
o muelle real, difundiéndose el uso del
reloj-mueble en el siglo XVI.
De
esta época se conservan algunos ejemplares
muy curioros en los Museos del Louvre, Berlín
y Viena, que tienen la forma exterior de un
edificio coronado con una pequeña cúpula
donde se halla el timbre o campana de las horas.
Cómo
funciona un reloj mecánico de cuerda?
Uno de los grandes atractivos de los relojes
mecánicos, es ver el contenido de su
estructura interna. Observar a detalle todos
esos pequeños componentes enlazados perfectamente
para cumplir su trabajo nos llena de preguntas
sobre dicho funcionamiento. La fascinación
por la mecánica en nuestros gustos y
aficiones por los relojes nos lleva a muchos
a intentar, al menos, entender este proceso
mecánico ajustado tan finamente para
obtener aquellos resultados tan recurrentes
y necesarios en nuestra vida diaria: la lectura
de la hora y minutos. En este artículo,
se explicará de manera explícita
el funcionamiento básico de un reloj
de cuerda, haciendo mención de los nombres
comunes de los componentes, la distribución
dentro de un calibre de estos y el funcionamiento
entre ellos para tener una mejor comprensión
del principio de función de este tipo
de movimientos mecánicos. El calibre
mecánico a detallar es un Duward de carga
manual de 15 rubís, cuyo ebauche fue
provisto por A. Schild. Calibre 1130 de 13”’,
29 mm. de diámetro y 3.9 mm. de espesor,
frecuencia de 18,000 a/h y reserva de marcha
de 38 horas, manufacturado en 1965. La imagen
del calibre en cuestión:
Bien,
supongamos que lo tomamos de nuestro cajón
para llevarlo con nosotros durante un día
cotidiano, pues la primera acción a realizar
es darle cuerda para que el movimiento comience
su marcha, cuando ejercemos esta acción
tan simple de primera vista, los resultados
al interior del reloj son diversos, todo aprovechando
un principio sencillo de obtener energía
através de la manipulación correcta
de un componente metálico con ciertas
características en su composición,
diseño, alojamiento y demás, este
componente es el muelle real, el que básicamente
provee de energía a estos antiguos movimientos,
pero más adelante detallaremos este aspecto.
Entonces, cuando damos cuerda a nuestro reloj,
esto es lo que sucede dentro de él:
La
cuerda se ejerce con la corona de remontúar,
se gira, este através de la transmisión
o tija y el piñón de remontaje
que está debajo del puente (3) acciona
la rueda de la corona (4), la cual gira accionando
al barrilete, el cual está debajo del
rochete (5), este tiene un freno en el trinquete
(6) para evitar la regresión de la presión
creada mediante la fuerza ejercida al dar cuerda.
Pero, ¿Por qué al dar cuerda,
necesitamos del trinquete para que frene el
retroceso del barrilete? el barrilete al girar
carga hacia el centro de su eje el muelle real,
este es un espiral metálico que al momento
de girar el barrilete se concentra debido a
su flexibilidad hacia el centro, por lo cual
crea una fuerza ejerciendo presión al
liberar la masa metálica. Este es el
barrilete que se encuentra debajo del rochete
como se refiere en la imagen anterior, cuando
damos cuerda al reloj, la carga del muelle real
va en el sentido de las flechas:
Ahora
bien, una vez que se le da cuerda al reloj,
esta presión incrustada en el muelle
real se libera através del barrilete,
girando para desahogar mueve los dientes del
engrane de este. La siguiente imagen nos muestra
la continuación de este funcionamiento:
Dicho
componente se encuentra enlazado con los dientes
de la rueda central o rueda primera (7), el
tamaño en micras de los dientes de este
engrane y su piñón ejerce fuerza
sobre la rueda segunda (8), la cual impulsando
la misma fuerza pero con menor tamaño
de engrane mueve el piñón de la
rueda tercera (9), y finalmente este acciona
a la rueda de escape (10). La siguiente imagen
muestra de manera más explícita
este funcionamiento del tren de rodaje:
La
rueda de escape, es el último componente
del tren de rodaje, esta ejerce fricción
y fuerza controlada con el áncora o paleta
(11), por cada impulso, hay una entrada de presión
en el rubí o labio de rubí posicionado
de lado derecho de la paleta (12) y una salida
o escape en el rubí o labio de rubí
posicionado de lado izquierdo de la paleta (13).
La constante fricción entre la rueda
de escape y el áncora, es el típico
“tic-tac” de todos los relojes de
cuerda mecánicos.
Este
proceso, se entiende mejor en la siguiente imagen:
Este
movimiento en conjunto y coordinado con la presión
proveniente del tren de rodaje mueven al conjunto
volante-espiral mediante el choque constante
del áncora con el rubí rodante
(17), en la imagen anterior, del costado izquierdo
está señalado, al girar de forma
bi-direccional, choca con el áncora,
esta inercia mueve al mencionado conjunto volante-espiral.
El cual esta compuesto por el volante (14),
el espiral (15), el eje del volante (16) y el
rubí rodante:
En
la imágen, se señala el componente
el cual tiene que ser ajustado para que finalmente
el calibre marque la hora y minutos correctos
sin adelantar o atrasar su marcha, me refiero
a la raqueta o regulador (18). Este movimiento
continuo entre la rueda de escape, el áncora
y el conjunto volante-espiral regula la marcha
del tiempo, su latencia varía, puede
ser de 18,000 alternancias por hora (a/h), referido
al número de semi-oscilaciones dadas
por el volante por cada 60 minutos, 21,600 a/h,
28,800 a/h o hasta 36,000 a/h o más.
Para mayor información sobre el aspecto
de las alternancias, consúltese el artículo
escrito por Evalls llamado “Alternancias”
en: http://www.inforeloj.com/spa/item/alternancias.html
Este es el proceso mecánico dentro de
nuestro reloj, sencillo de simple vista al tomar
la lectura, pero cabe recordar que para que
la industria relojera llegara a esos niveles
de diseño y funcionamiento mecánico,
tuvieron que pasar siglos desde las primeras
interpretaciones del tiempo y los ciclos naturales
por la civilización humana. Pero, no
todo esta explicado, cuando tomamos nuestro
reloj, le damos cuerda, este comienza su marcha,
¿qué necesitamos ahora?, pues
ajustar la hora y minutos correctos ¿no?
Entonces habrá que dar un giro en la
explicación hacia otra parte de un calibre
mecánico: el sistema de remontuár.
Las siguientes imágenes nos muestran
a detalle el funcionamiento de la puesta de
hora y minutos con el sistema remontuado y sin
remontuár: Sistema en posición
normal:
Aquí
es muy importante ver las diferencias cuando
remontuamos la corona, la siguiente imagen corresponde
a dicho sistema ya remontuado:
El
funcionamiento no es tan complicado, primero
ejerzo presión de salida a la corona
de remontar (1), esta mueve a la transmisión
o tija (2), inmediatamente acciona al tirete
(3) este tira y presiona al muelle flexible
del tirete (4), el cual recorre con dicha fuerza
al piñón deslizante (5) mediante
la báscula (6) y enbona con la rueda
de transmisión (7), al dar vuelta a la
corona de remontuar este gira en ambas direcciones
moviendo así a la rueda de las horas
(8) y esta a la de los minutos (9). Sobre este
sistema, se encuentra la esfera, la cual tiene
insertadas las manecillas de hora y minutos.
De esta forma ajusto, la hora y minutos exactos
y listo! a dejar que el movimiento haga su trabajo.
El resto de los componentes, tiene su nombre
específico:
1.
Puentes. 2. Tornillos varios. 3. Pivotes de
rubí, para evitar la fricción
del constante movimiento de los ejes de los
engranes y el conjunto volante-espiral. 4. Platina.
(cambio de imagen para tener una vista detallada)
Por
otro lado, cabe sólo recordar que para
algunos relojeros, el tren de rodaje tiene un
par de clasificaciones, algo muy importante
a tomar en cuenta, ya que la nomenclatura varía
entre relojeros, ciudades y países debido
a la ausencia de una normatividad al respecto,
por ejemplo: 1. Barrilete ó Rueda primera.
2. Rueda central ó Rueda segunda. 3.
Rueda segunda ó Rueda tercera. 4. Rueda
tercera ó Rueda cuarta. 5. Rueda de escape
ó Rueda quinta. Como conclusión,
el sistema mecánico de un reloj, es complicado
e interesante, años de investigación
y desarrollo tuvieron que pasar para que se
logren tener esos parámetros de precisión
y tamaños tan reducidos. Dichos aspectos
de precisión radican en dos aspectos,
la precisión del proceso de diseñar
componentes minúsculos cuyo funcionamiento
están perfectamente calibrados entre
si, y la precisión de su adecuado funcionamiento,
mantenimiento y ajuste para que en conjunto,
realicen su labor que no lo es del todo simple:
marcar las horas y minutos. |